30 May 2025
Construcción sostenible: esta es la huella de carbono que evitas al utilizar gaviones en lugar de concreto
Conoce por qué los gaviones son una excelente solución para una construcción sostenible.
Ante los efectos del cambio climático, que cada año se sienten más, resulta imprescindible recurrir a alternativas que ayuden a disminuir la huella de carbono. Conoce por qué los gaviones son una excelente solución para una construcción sostenible.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es un indicador ambiental que mide la cantidad total de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono (CO₂). Estos son gases que se emiten directa o indirectamente debido a una actividad o proceso.
En el caso de las obras de ingeniería civil, esta medición incluye todas las etapas relacionadas con la producción de materiales, su transporte al sitio de construcción, así como los procedimientos y equipos utilizados durante la instalación.
Precisamente, esos son los indicadores que hacen de los gaviones alternativas no solo rentables, sino completamente sostenibles en comparación con opciones como el concreto. La huella de carbono, pues, es una herramienta clave para evaluar el impacto ambiental de una construcción desde una perspectiva cuantitativa.
¿Por qué debemos reducir nuestra huella de carbono en las construcciones?
La industria de la construcción es una de las mayores emisoras de gases de efecto invernadero a nivel global. Esta afectación está relacionada con las emisiones causadas por el consumo energético, mismo que está asociado, principalmente, con el uso intensivo de materiales como el cemento y el acero.
Disminuir las emisiones en la construcción significa apostar por soluciones que generen menos CO₂. Esto abarca desde su proceso de fabricación hasta su instalación. Sin embargo, el gran reto es encontrar alternativas adecuadas y eficientes que permitan una integración armónica con el entorno natural.
Afectaciones del concreto para los entornos naturales
Si bien el concreto es ampliamente utilizado por su resistencia y durabilidad, tiene efectos negativos sobre los ecosistemas naturales. Su producción implica una significativa emisión de CO₂ debido al uso intensivo de energía y a los procesos químicos involucrados en la fabricación del cemento. Además, las estructuras de concreto pueden alterar los entornos donde se instalan de las siguientes maneras, por ejemplo:
- Limitan la infiltración del agua;
- con ello, inhiben el crecimiento vegetal;
- por tanto, modifican el equilibrio del hábitat local.
- En muchos casos, el concreto no se integra con la vegetación, así que también impide procesos de recuperación ambiental tras la construcción.
¿Cuál es la huella de carbono de los gaviones?
Una forma de evaluar y demostrar la relación beneficiosa de los gaviones con el medio ambiente es a través de su huella de carbono. A su vez, otro indicador complementario es observar cómo estas estructuras de malla doble torsión y roca se integran con la vegetación local a lo largo del tiempo.
Con base en estos dos criterios, las estructuras de gaviones han demostrado en diversas pruebas y casos de éxito tener una huella de carbono considerablemente menor. Esto, en comparación con soluciones más tradicionales como el concreto o la mampostería. Por consiguiente, se colocan como una alternativa versátil para transitar hacia una construcción sostenible.
Concretamente, un artículo publicado durante el Tercer Congreso Europeo de la AIDH “Agua-Ingeniería e Investigación” presentó un análisis detallado de la huella de carbono asociada a distintas soluciones de ingeniería. Los estudios comparativos contemplaron aspectos como la producción de materiales, el transporte hasta el sitio de construcción, así como los procedimientos y equipos empleados para su instalación. La unidad de comparación fue la masa equivalente de dióxido de carbono emitida por metro cuadrado de la cara de la solución.

En uno de los estudios involucrados, también se compararon estructuras de contención de 8 metros de altura construidas con gaviones contra otras hechas con concreto. El resultado fue contundente, ya que la huella de carbono de la solución con gaviones fue 7 veces menor. Es decir, durante su fabricación, transporte e instalación, los gaviones emiten siete veces menos CO₂ que las estructuras de concreto.

Además, si las piedras utilizadas para llenar la caja de malla de los gaviones se obtienen de canteras ubicadas a menos de 100 kilómetros del sitio de construcción, la reducción de la huella de carbono es aún más notable. En tal caso, los gaviones presentan hasta 12 veces menos huella de carbono que la solución de concreto.
¿Qué hace de los gaviones la alternativa idónea para una construcción sostenible?
Además de los beneficios directos relacionados con su reducida huella de carbono, los gaviones ofrecen ventajas ecológicas a largo plazo debido a su forma constructiva. Después de ser instalados y llenados con piedra, las cavidades internas de los gaviones permiten la acumulación natural de partículas del suelo transportadas por el agua o el viento.
Esta condición crea un ambiente favorable para el crecimiento de vegetación autóctona. Con el tiempo, las especies locales comienzan a establecerse e integrarse en la estructura. A diferencia del concreto, la vegetación se convierte en un elemento complementario en las estructuras de gaviones.
De esta manera, los gaviones se suman a proyectos de construcción sostenible porque mejoran la estética del entorno e incrementan la estabilidad de las estructuras. Gracias a la fijación de las piedras, los gaviones suman resistencia ante movimientos generados por el flujo de agua.
Este proceso natural favorece la recuperación del medio ambiente intervenido y contribuye a la captura de carbono atmosférico. Estos factores añaden, por tanto, un beneficio ecológico al desempeño estructural de estas soluciones de malla doble torsión.

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