En las zonas costeras, la gestión eficiente de sedimentos es esencial para preservar playas, construir defensas contra la erosión o habilitar nuevas superficies. Para lograrlo, el uso de geosintéticos especializados como los geotubos ofrece una solución técnica, rentable y eficaz.

  

Estos geosintéticos funcionan como contenedores que no solo permiten la deshidratación de lodos, sino que también desempeñan un papel clave en la recuperación de costas y la formación de barreras frente al oleaje.  

¿Qué es la deshidratación de lodos? 

Con el fin de observar la relevancia de implementar soluciones geosintéticas en la recuperación de playas, conviene tener presente que problemáticas asociadas a la formación de lodos en playas puede alterar los ecosistemas, derivar en la pérdida de biodiversidad, así como en daños a la pesca.  

En ese sentido, la deshidratación de lodos es un proceso clave para contrarrestar dichas problemáticas. Como tal, reduce el contenido de agua de materiales fangosos o sedimentarios, asociados a los dragados o acumulaciones naturales en cuerpos de agua.  

Este tratamiento tiene como fin estabilizar el material, facilitar su manejo y minimizar su volumen, pero permitiendo su reutilización o disposición final con menor impacto ambiental y menor costo logístico. Para ello, resulta indispensable el uso de soluciones que ayuden a la filtración del agua como es el caso de los geotubos.  

¿Cómo funcionan los geotubos? 

Los geotubos, como los diseñados por Maccaferri, son un tipo de geosintético que se vale del geotextil tejido para la deshidratación de lodos en zonas costeras mediante la filtración de agua. Esto lo logra gracias a la porosidad del material.  

Estas soluciones, pues, funcionan como contenedores cilíndricos, los cuales son llenados a través de bocas que están cosidas a lo largo del eje central superior del tubo y con una distancia entre sí de 10 m como máximo.  

Esta estructura permite llevar a cabo un llenado eficiente. Asimismo, estos geotubos de Maccaferri tienen correas cosidas a lo largo cuya finalidad es ayudar en la manipulación e instalación de las piezas en el terreno.  

Los geotubos son colocados a lo largo de su eje superior, para lo cual emplean una bomba hidráulica de dragado. Durante el proceso, el tejido poroso del geotextil permite que el exceso de agua escape, mientras que el material sólido queda encapsulado dentro del tubo. 

La solución de Maccaferri tiene por nombre MacTube® y, específicamente, ha demostrado alta eficiencia no solo para desecar sedimentos, sino también para fungir como barrera frente al oleaje. Gracias a su resistencia mecánica, estos geotubos pueden utilizarse en condiciones sumergidas para proteger costas, formar islas artificiales, o bien, reforzar estructuras marinas ya sean temporales o permanentes. 

A diferencia de otros métodos de tratamiento de lodos, el uso de estos geotubos de Maccaferri no requieren estructuras de contención adicionales ni equipos complejos. Su instalación es rápida y puede adaptarse en diferentes configuraciones, según las necesidades del proyecto hidráulico. 

Uso de geotubos en obras costeras: 5 beneficios claves 

1. Reducción del volumen de lodos y sedimentos. 

2. Reduce el espacio de almacenamiento del lodo o sedimento, pues permite el apilamiento de las unidades.  

3. Bajo mantenimiento y reduce el consumo de energía eléctrica.  

4. Posibilita el reaprovechamiento de los sólidos.  

5. Reduce la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y clarifica el agua.  

¿Cuál es la capacidad del geosintético MacTube®? 

El geotubo MacTube® pertenece a la amplia gama de geosintéticos proveídos por Maccaferri, líder en soluciones geotécnicas para ingeniería civil. Por lo tanto, esta solución para obras en playas está fabricada con fibras de polipropileno de alta tenacidad, entrelazadas en ángulo recto. 

Dicho material es resistente a los efectos químicos propios de ácidos y álcalis, así como a la degradación biológica, lo que garantiza su durabilidad aun en entornos agresivos. El uso de los geotubos MacTube® ofrece una resistencia a la tracción de 105 kN/m en sentido transversal y 70 kN/m en sentido longitudinal. A esto se suma su resistencia al punzonamiento, lo cual es de 1246 N.

  

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