Con el uso de geomallas, es posible reforzar su estructura sin alterar su apariencia original. Conoce el caso de Atlixco, ubicado en Puebla, donde esta solución permitió mantener viva su identidad arquitectónica. 

La conservación del patrimonio edificado es un desafío que requiere soluciones estructurales modernas que no comprometan su valor histórico. Este es el caso de muchas viviendas antiguas en México, especialmente aquellas elaboradas con adobe, un material tradicional que, aunque noble, puede presentar vulnerabilidades ante eventos como los sismos. A continuación, te explicamos cómo el uso de geomallas ha resultado clave para preservar este tipo de construcciones. 

Problemas asociados con el uso de adobe en viviendas antiguas 

Las construcciones de adobe fueron una solución ampliamente adoptada en regiones con climas secos debido a su bajo costo, facilidad de elaboración y propiedades térmicas. Sin embargo, este material también tiene limitaciones estructurales que se vuelven evidentes con el paso del tiempo o ante condiciones geológicas adversas.  

Particularmente, su baja resistencia a la tracción y la humedad lo hace vulnerable a fenómenos naturales como lluvias intensas. Con el paso del tiempo, las viviendas de adobe experimentan degradación por filtraciones, asentamientos diferenciales y temblores.  

En cuanto a esto último, los muros de adobe son susceptibles a fallas cuando enfrentan cargas dinámicas como las provocadas por los movimientos sísmicos, pues carecen de elementos que absorban esfuerzos de tensión. En ese sentido, las propiedades para refuerzo que ofrecen soluciones geosintéticas como las geomallas resultan claves para preservar su integridad estructural. 

¿De qué está conformado el adobe? 

Recordemos que esta mezcla está formada por tierra, agua y, en algunas ocasiones, paja. Estos elementos toman forma en bloques secados al sol. La fabricación del adobe comúnmente es artesanal y local, lo cual le convirtió en una opción accesible y adaptable en distintos entornos rurales y urbanos de México.  

Por lo anterior, el adobe ha sido empleado desde épocas prehispánicas y coloniales. Predominó como material de construcción para viviendas, templos y edificaciones comunitarias. En estados como Puebla, Oaxaca, Morelos y Chiapas, aún se conservan construcciones de más de cien años elaboradas con este sistema.  

Muchas de estas obras, además, están catalogadas como patrimonio cultural por su valor histórico y arquitectónico. Así que, cuando se trata de valor histórico, el deterioro asociado al adobe representa también una potencial pérdida cultural. Por ello, es fundamental adoptar técnicas de refuerzo estructural que permitan conservar estos edificios sin alterar su aspecto ni sus materiales originales. ¿Cómo ayudan las geomallas en estos casos?  

Uso de geomalla en muros de adobe para viviendas patrimoniales 

En el municipio de Atlixco, una zona reconocida por su riqueza arquitectónica, se enfrentó un reto importante tras los sismos ocurridos a partir de 2017. Varias viviendas patrimoniales del centro histórico, construidas con adobe, comenzaron a mostrar fallas estructurales, especialmente al cortante. No contaban con mecanismos internos para resistir tensiones sísmicas. 

Dado el valor cultural de estas edificaciones, la demolición no era una opción viable. En respuesta, se optó por la reconstrucción parcial de los muros de adobe acompañada de un refuerzo con geomallas. Maccaferri propuso el uso de MacGrid® AR, un tipo de geosintéticos que cumple con los niveles de resistencia a la tensión requeridos por el proyecto. 

La solución consistió en envolver los muros con esta geomalla para que trabajara de forma integral con el adobe. Esto incrementó la resistencia estructural frente a movimientos sísmicos. Además del suministro del material, Maccaferri ofreció soporte técnico en obra y capacitación para garantizar una instalación adecuada. 

Gracias a esta integración idónea de geomallas, las viviendas rehabilitadas no solo conservaron su forma y estilo originales, sino que ahora cuentan con un refuerzo que garantiza mayor estabilidad ante futuros eventos sísmicos. Así, se preservó el patrimonio arquitectónico y se dio continuidad a la identidad urbana de este lugar en Puebla. 

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